Santi Caralt
1965
Licenciado por la Escuela Superior de Imagen y Diseño de Barcelona, Santi Caralt, interiorista y fotógrafo, ha participado en diversas exposiciones en Barcelona mostrando una sensibilidad exquisita a la hora de capturar la rutina y la atmosfera de diferentes espacios a través de su mirada personal.
Caralt parte de la observación buscando la sorpresa, retratando la cotidianidad y el ambiente de los espacios, momentos inusuales, curiosidades e incluso pequeños toques de humor. Pone especial foco en el diálogo que se crea entre la obra y el espectador, dobles sentidos o...
Licenciado por la Escuela Superior de Imagen y Diseño de Barcelona, Santi Caralt, interiorista y fotógrafo, ha participado en diversas exposiciones en Barcelona mostrando una sensibilidad exquisita a la hora de capturar la rutina y la atmosfera de diferentes espacios a través de su mirada personal.
Caralt parte de la observación buscando la sorpresa, retratando la cotidianidad y el ambiente de los espacios, momentos inusuales, curiosidades e incluso pequeños toques de humor. Pone especial foco en el diálogo que se crea entre la obra y el espectador, dobles sentidos o coincidencias entre lo exhibido y la persona que lo observa. La arquitectura juega un papel fundamental en su fotografía, en especial el modo en el que convive con la presencia y la escala humana, con su movimiento, formas, colores y tamaños.
Ha viajado incontables veces a Cuba, país que le enamoró y, en consecuencia, la temática que más destaca en su carrera profesional. Por su paisaje urbano y rural, por los colores, la arquitectura, la luz, por la infinidad de detalles y por supuesto, por la riqueza y el desorden de sus interiores.
Durante sus viajes a la isla, su rutina se basa en caminar durante largas horas todos los días. Gracias al carácter sociable de este país ha encontrado gente generosa que le ha abierto sus puertas y mostrado todos los rincones de sus hogares, a menudo sorprendidos de que el fotógrafo pudiera sentirse atraído por lo que veía. De este modo, ha podido entrar en una infinidad de casas y retratando baños, cocinas, neveras antiguas, comedores, dormitorios, salones, paredes, escaleras, oficinas… Un amplio relato gráfico de su forma de vida a través de sus interiores. Espacios que están presentados tal y como Caralt se los ha encontrado, sin cambios en la disposición de los elementos ni en la luz, sin utilizar el flash para no romper la atmósfera de los diferentes espacios.
En este trabajo en el que el artista no muestra a personas, quiere resaltar el protagonismo de las casas, buscando documentar la vida cotidiana de los cubanos en los largos años del castrismo. Asimismo, ha sido capaz de captar la huella del paso del tiempo, la decadencia, los colores envejecidos y los detalles decorativos que crean una estética única y maravillosa que poco a poco irá desapareciendo.
Fotografías tomadas en Baracoa, La Habana, Camagüey, San Juan de los Remedios, Santa Clara, Santiago de Cuba y Trinidad.