Rafael Alberti

Rafael Alberti nació en 1902 en una familia de origen italiana. Su padre, Vicente Alberti, se dedicaba a la exportación de vino Osborne y estuvo poco presente en la educación de Rafael. El joven Alberti cursó sus estudios en el Puerto de Santa María en un centro jesuita, hasta 1917 cuando se trasladó a Madrid con su familia. 

En la capital española, decidió seguir su sueño de ser pintor, llegando a exponer una serie de obras vanguardistas en el Salón de Otoño y el Ateneo de Madrid. En 1920, murió su padre y ante tal tragedia, Rafael empezó a escribir versos de poesía. Nace Alberti poeta. Dado unos problemas respiratorios, se mudó de la ciudad a la sierra de Guadamarra. Aquí acabó de escribir los versos que compondrían su primer poemario: Marinero en Tierra (1924), obra por la que recibió un premio nacional de poesía.  

No tardó en regresar a la capital y frecuentar la Residencia de Estudiantes, un punto de encuentro entre varios poetas jóvenes de la época. Aquí conoció a Federico García Lorca, Jorge Guillén y Vicente Aleixandre entre otros artistas que constituyeron la famosa generación del 27. Durante esta época, Rafael Alberti se dedicó a escribir poesía siguiendo su éxito con Marinero en Tierra (1924). Conoció a Maruja Mallo, pintora con la que estuvo hasta 1930 que despertó varias emociones románticas y una visualidad pintoresca en su obra lírica. Posteriormente, conoció a María Teresa León con la que tuvo una relación silenciosa hasta que ésta se puso enferma. Junto con ella, Rafael Alberti fundó la revista revolucionaria Octubre, dando expresión a la juventud literaria. Durante los años previos a la guerra civil española, el autor tuvo un estado de cuestión existencial debido a su frágil salud, su penumbra económica y su falta de fe. De esta etapa sale su poemario Sobre los Ángeles (1929). 

En 1936 estalló la guerra civil española y Rafael Alberti se opuso al fascismo siendo parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas junto a Luis Buñuel, Luis Cernuda entre otros. También protegió el patrimonio cultural español ante la destrucción bélica, al ayudar con la evacuación de fondos culturales del Museo el Prado de Madrid. 

Tras la derrota republicana, Alberti y Teresa León optaron por el exilio en París, estancia que duró poco por la duda de las autoridades francesas en relación con sus conexiones comunistas. En 1940, los artistas se mudaron a América Latina.  

En 1963, Rafael Alberti y María Teresa León se mudaron a Roma donde el poeta empezó a redactar su obra Roma, peligro para caminantes (1968) y donde posteriormente volvería para acabar sus escritos. En 1977, de regreso a España, fue elegido diputado al Congreso del Partico Comunista Español, plaza que renunció rápido. Recibió el premio Cervantes en 1983, habiendo sido galardonado previamente con el Premio Lenin de la Paz (1965) y el premio Roma de Literatura (1991). 

En 1994 constituye, en El Puerto de Santa María, la Fundación Rafael Alberti, que presidió hasta su muerte en 1999. Como institución cultural, su función consiste en velar por la obra de Rafael Alberti, fomentar su investigación y difundirla, así como divulgar la obra de los poetas de la Generación del 27. Desde la muerte del poeta la Fundación Rafael Alberti está presidida por su viuda, María Asunción Mateo.