André Ricard. El diseño invisible
Este documental, dirigido por Poldo Pomés y escrito por Xavier Más de Xaxàs, destaca su trayectoria como diseñador y su vida dedicada a determinar lo bello en lo funcional.
Diseñador de lo cotidiano
Sin dejarse llevar por pensamientos ajenos a lo racional, André Ricard diseña analizando la función del objeto, preguntándose cuál será su utilidad y entendiendo siempre al usuario.
Frasco de Agua Brava, 1963.
El frasco contiene detalles que lo naturalizan, acercándose a su origen mediterráneo.
Cenicero Copenhague, 1965.
A diferencia de los ceniceros convencionales, la profundidad de este evita la dispersión de la ceniza.
Exprimidor eléctrico, 1986.
Implicó cierta innovación al darle transparencia al recipiente y permitiendo que el cable fuera escondido en el interior del objeto.
Pinzas de hielo Tong, 1964.
Gracias a la flexibilidad del plástico permiten agarrar el hielo de manera ingeniosa.
Hay que tener mucha más humildad cuando se diseña. No querer hacer la revolución si no la evolución. Es por pequeñas evoluciones que se consigue hacer grandes resultados.
André Ricard
Tatu, 1972.
Lámpara inspirada en los focos de los aviones. Una luz que permite iluminar con determinada precision un punto concreto.
Pinza antipolilla, 1972.
Innovador por su sistema de agarre práctico y fácil.
Sacapuntas, 1970.
Interruptores Ibiza - 1974.
A lo largo de su trayectoria, André Ricard ha desarrollado un punto de vista sobre el objeto que queda reflejado en su libro Hitos del diseño. Una recopilación de 100 diseños que bajo su criterio, han marcado historia.
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